El kétchup que sale de la botella solo puede ser igual de bueno que los tomates que entran en ella. Descubre aquí más sobre qué es los que le da el sabor único de Heinz.
Henry J Heinz llevaba 25 años viviendo en Pensilvania cuando comenzó a vender el rábano picante de su madre. Decidió vender el producto en una botella transparente para demostrar la pureza y calidad.